Masajes reconectivos para mujeres
En los tiempos que corren, el predominio de la mente y la complejidad del mundo en el que vivimos nos han alejado de nuestro propio cuerpo y es por ello por lo que la calidad de nuestra experiencia vital se ha degradado considerablemente. Somos seres con cuerpo, mente y espíritu y es necesario que todas estas partes funcionen en forma armónica.
La extensa práctica me ha demostrado que el masaje reconectivo es una vía perfecta para romper con el dominio de la mente en nuestras vidas y volver a estar plenamente presentes en el cuerpo, que es el punto de partida imprescindible para recuperar la armonía personal y acceder a estadios superiores de conciencia.
El masaje reconectivo, por medio de suaves y superficiales toques, despierta la energía acumulada en los primeros chakras o centros de energía y la esparce por el resto del cuerpo, logrando la eliminación de bloqueos energéticos y disfunciones físicas producidas por tensiones y emociones. Nos conecta con la placentera sensación de la energía vital corriendo debajo de la piel; y la mente, al menos por algunos momentos, queda libre de pensamientos. Estaremos meditando a través del masaje.
Por sus raíces tántricas, este masaje se caracteriza por utilizar el contacto y la respiración de manera consciente, es decir, por la presencia plena y la comunicación entre masajista y receptor a lo largo de toda la sesión. Sumar la respiración nos ancla al cuerpo, ayuda a expandir la energía que se está movilizando en nuestro interior y nos mece como las olas del mar, creando estados de relajación profunda.
¿Por qué sólo a mujeres?
Estos masajes solo los realizo a mujeres porque en los masajes donde la conexión masajista-receptor es muy consciente es imprescindible, en mi experiencia, el intercambio de energías masculina y femenina para que la circulación de la energía sea lo más beneficiosa para ambos. Esta calidad del intercambio energético también puede ocurrir entre energías femeninas, pero difícilmente entre masculinas. Esta asimetría es mencionada por estudiosos del tema.
¿Cómo es una sesión?
Una sesión comienza con una charla en la que explico cómo es el masaje y la receptora me hace todas las preguntas que quiera, para que pueda estar plenamente relajada durante la práctica.
El masaje se realiza en camilla. Se inicia sin el uso de aceites, con un toque leve de mis dedos sobre la piel de la receptora y, luego, si fuera necesario, se emplean aceites esenciales. Comienza boca abajo, continúa de costado y finaliza boca arriba.
El masaje tiene una duración aproximada de una hora y, luego, la receptora dispone del tiempo necesario para que pueda integrar la experiencia, antes de "volver al mundo".
Atiendo en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, de lunes a sábado de 10 a 20. Para más información, por favor, contactame al Whatsapp 54 911 67007024 o a aqahespacio@gmail.com.
